5 de julio de 2018

7 errores que no puedes cometer en tu estrategia de Inbound Marketing

7 errores que no puedes cometer en tu estrategia de Inbound Marketing

 

Sentimos decepcionarte, pero el Inbound Marketing no es una metodología infalible ni una garantía absoluta de obtener resultados óptimos. Para eso hay que hacer las cosas bien. Y, aunque esta metodología requiere de mucha estrategia y no menos planificación, no siempre los brillantes planes que vemos en Powerpoint se pueden llevar a la práctica con la misma sencillez y efectividad.

Sí, a veces hay piedras en el camino. Pero no te preocupes. Para evitar los tropiezos, no hay como conocer de antemano los principales obstáculos, y así estar preparados para sortearlos con garantías cuando se presenten. En este post te presentamos 7 errores que no puedes cometer en tu estrategia de Inbound Marketing.

 

1.-No trabajar bien los Buyer Persona

Al trazar una nueva estrategia de acción en este ámbito, a veces estamos ansiosos por echar andar y ver resultados lo antes posible. Pero puede ser un error letal si no están bien asentados los cimientos. Y uno de los principales es no trabajar con detalle tu público objetivo, arrancar sin una buena definición de los Buyer Personas. Por tanto, cuidado con definirlos de manera apresurada, poco precisa, demasiado genérica o, peor aún, ni siquiera tenerlos en cuenta. En definitiva, sin un buen trabajo con el Buyer Persona, tus acciones posteriores se verán penalizadas, en especial tu tasa de conversión.

 

2.-No establecer indicadores claros

Por mucho que corramos, no llegaremos a ningún sitio si no tenemos claro cuál es nuestro destino. Por eso, es indispensable calibrar bien el GPS antes de iniciar la marcha. ¿Adónde queremos llegar? Es imprescindible para ello establecer indicadores nítidos, lo cual hará que tengamos definidos en todo momento los objetivos de nuestro trabajo. Es mejor evitar tener una infinidad de KPIs al principio, y dotarse de unos pocos que sean precisos y que estén directamente alineados con la estrategia de tu empresa.

 

3.-Subestimar la metodología de trabajo

El marketing digital se presta a lanzarse a probar multitud de acciones. Y eso a veces lleva a gestionar un proyecto de forma caótica. Por eso establecer una metodología robusta y eficiente es clave para obtener luego los resultados deseados. Por ejemplo, es indispensable una buena reunión de arranque (kick-off meeting) donde se establezcan claramente los objetivos, las responsabilidades y los plazos. Tampoco debe faltar una hoja de ruta clara con los hitos del proyecto, las reuniones de seguimiento, los equipos de trabajo, los entregables y los plazos. Y, por supuesto, tener siempre muy claro cuál es el destino de nuestro viaje.

 

4.-Utilizar demasiadas herramientas

El marketing digital es hoy en día un cuerno de la abundancia de herramientas y aplicaciones, lo cual es una excelente noticia para quienes nos dedicamos a ello. Sin embargo, a veces esta sobredimensión puede jugar en nuestra contra. Por eso, es mejor que elabores una caja de herramientas limitada y ajustada a tus necesidades. Céntrate en aquellas herramientas que realmente pueden resolver tus problemas y que mejor pueden ayudarte a conseguir tus objetivos.

 

5.-Sobrevalorar los activos existentes

Antes de lanzar una campaña, hemos de establecer qué activos disponemos para poder sostenerla con garantías. Muchas veces, reciclar contenido o elaborarlo a partir de un documento ya existente nos ahorra trabajo y nos ayuda a centrar el tiro. Pero cuidado cuando hacemos ese inventario de activos. Muchas veces tendemos a pensar que está más trabajado de lo que creemos, y eso puede ser un imprevisto y un freno letal por muy bien engrasado que esté nuestro engranaje.

 

6.-No probar cosas diferentes

Todos tendemos a acomodarnos en nuestro trabajo diario, sobre todo si las cosas funcionan de acuerdo a los protocolos establecidos. Pero, siempre hay que dejar una pequeña puerta abierta a la creatividad; a pensar “out of the box” y plantearse nuevos caminos y soluciones innovadoras para llegar a destino más rápido y mejor. Para eso, no dudes en hacer pruebas y utilizar herramientas como, por ejemplo, los tests A/B.

 

7.-No hacer cambios sobre la marcha

Los planes quedan siempre muy bien sobre el papel. Pero normalmente luego no funcionan con la perfección que pretendíamos. Surgen imprevistos, aparecen elementos inesperados y el propio desarrollo de la estrategia nos abre nuevos problemas y oportunidades a los que hay que dar respuesta. Por eso, sin caer en la improvisación, hay que estar dispuesto a introducir modificaciones en el plan inicial para adaptarlo a las circunstancias del momento. Eso sí, sin perder nunca de vista la fotografía completa y tener muy presentes los objetivos estratégicos. En esto nos puede ayudar mucho una buena métrica y una buena analítica. Porque son los datos los que nos van a revelar el secreto de qué debemos cambiar y cómo tenemos que hacerlo.

 

Estos son algunos de los errores más habituales en una estrategia de Inbound, pero no los únicos. ¿Has caído en algún otro que no está en esta lista y te parece relevante? Recuerda siempre que la mejor forma de cometer el menor número de fallos posible es trabajar muy bien la estrategia.

 

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